Otra "catástrofe" informática…¡¡¡Justicia!!!
- El Colegio Profesional de Ingenieros en Informática de Castilla y León se solidariza con los ciudadanos y profesionales ante los constantes fallos de los sistemas informáticos en las Administraciones Pública.
- El problema ni es de la informática, ni de los sistemas informáticos, si no de la falta de presupuesto para mantener tales sistemas y las empresas y profesionales que los atienden, con el nivel de calidad necesario.
- La tecnología actual supera ampliamente las necesidades de los sistemas utilizados y los Ingenieros en Informática que egresan de las Universidades de la Región y del País tienen conocimientos y competencias suficientes para crear, mantener y explotar sistemas de este tipo.
- DETRÁS de cada FALLO INFORMÁTICO está la falta de inversión, la falta de presupuesto y la falta de personal en los departamentos TICs de las Instituciones Públicas
Como ya anunciamos en meses pasados por los problemas de Medora, sistema informático del SACYL, en no mucho tiempo volveremos a tener en prensa otra “catástrofe” informática y aquí está!! Lamentablemente no será la última.
El sistema informático «Minerva» ha vuelto a dejar de estar operativo en los servicios de la Administración de Justicia en cinco comunidades autónomas, entre ellas Castilla y León.
Una víctima más de la falta de REGULACIÓN de la ingeniería informática en nuestro país ha sido, estos días atrás, la administración de justicia que han sufrido en sus carnes problemas con MINERVA similares a los que en su día sufrió la sanidad con MEDORA.
El estado de la tecnología actual supera, también, ampliamente las necesidades de Minerva. Si no funciona bien no es porque la tecnología no lo permita ni porque carezcamos de excelentes profesionales en informática; es más, muchos ingenieros en informática de nuestra región que han tenido que emigrar hacen todos los días cosas mucho más complicadas que Minerva.
Desde el CPIICyL nos tememos que no va a ser la última, mientras se siga menospreciando la capacidad de los Ingenieros Informáticos del país para certificar y asegurar el buen funcionamiento de los sistemas de información.
Lejos de suponer un ahorro de costes y de molestias para la sociedad, estos sistemas que nacen “huérfanos” sin que nadie pueda asegurar de manera factible su funcionamiento y sin que nadie pueda suscribir el buen funcionamiento de sus especificaciones, terminan siendo una fosa en la que se acumula la desesperación de quienes lo tienen que usar y los que lo tienen que mantener.
Como siempre coincide la aparición de los problemas con la falta de recursos y de personal debidamente cualificado. Estas son las consecuencias de la falta de inversión, la falta de presupuesto y la falta de personal en los departamentos TICs de las Instituciones Públicas y los precarios salarios que se dan en el entorno de la Ingeniería Informática. Se trata de un problema de decisión política y no de tecnología ni de técnicos.
Las caídas en los servicios informáticos o la denegación de servicio que ofrecen determinadas instituciones, lamentablemente, son ya una constante en nuestro país desde hace tiempo.
Los sistemas informáticos forman parte del núcleo de la actividad de múltiples sectores, desde la educación a la sanidad, desde la banca al transporte, desde el ocio al negocio. En esta ocasión le ha tocado a la Justicia pero con la regulación actual no es de extrañar que los fallos se extiendan al resto de sectores. Se debe tratar a la Ingeniería Informática con la importancia que tiene en la sociedad moderna actual y dotarla de unos profesionales y de una inversión económica acorde.